Natsume Kinnosuke, mejor conocido como Natsume Soseki (夏目 漱石), es considerado el padre de la literatura japonesa moderna. Traducido a más de treinta idiomas, tiene el mérito de tener la novela (Kokoro) más vendida en toda la historia de Japón. La razón es por demás evidente, pues como novelista de la era Meiji,  Soseki fue uno de los primeros en cuestionar el contacto con occidente y los intentos acelerados de modernización. Esta actitud crítica le permitió identificar los males venideros de la sociedad japonesa: la alienación, la pérdida del orden tradicional, el individualismo y el aislamiento. Sin duda sus clásicos Soy un gato (1905), Botchan (1906) y Kokoro (1914) reflejan la transición prolongada y dolorosa de la cultura samurai a las ansiedades mundanas de la modernidad. Aspectos que en la actualidad siguen teniendo vigencia.

Natsume Soseki como profesor de Lengua Inglesa en las escuelas rurales

Pero más allá de esto que representa Natsume Soseki, es interesante además indagar su influencia en las generaciones de escritores. Si hay algo que lo define es precisamente ser un maestro. Por ese motivo, sobre este papel y su obra se abordará a continuación. 

Natsume Soseki, el maestro

En la literatura del sol naciente son notorios los vínculos establecidos entre escritores de distintas generaciones, como si en cada época existiera un maestro o sensei. De manera particular, vale la pena recordar esto para referirnos al padre de la literatura japonesa moderna no solo porque fue la inspiración de muchas generaciones, sino porque él mismo en vida alentó a muchos jóvenes escritores.
En este punto es curioso cómo la cadena de influencias se extiende a lo largo del siglo XX, pues si Osamu Dazai admiraba a Ryunosuke Akutagawa, este último admiraba a su vez a Natsume Soseki. Cuando en 1915 el joven escritor Akutagawa publicó "Rashomon", su primer cuento, la crítica literaria japonesa le dio la espalda con comentarios negativos. 

Bueno, todos excepto Natsume Soseki, su profesor de Literatura Inglesa en la universidad, quien tras leer el relato le animó a seguir escribiendo. Esto quedó evidenciado a través de una carta, en la cual plasmó su apreciación sobre el cuento "La nariz":

Yo encontré tu relato ["La nariz"] muy interesante. Soberbio y serio sin intentar ser divertido, esto respira humor, una muestra de estilo refinado. Además es fresco y llamativo. Tu estilo es bien pulido, admirablemente apropiado.

A partir de entonces, Akutagawa se consideró su discípulo y comenzó a visitarlo cada jueves para charlar sobre literatura. Su influencia, sin duda, le permitió crecer como escritor. Sin embargo, no fue el único. Al igual que él, Yasunari Kawabata, Junichiro Tanizaki, Yukio Mishima y hasta el hoy famoso Haruki Murakami han visto en Soseki un mentor. No en vano es considerado el padre de la literatura japonesa moderna.

Para comprender esto debemos volver a la anécdota inicial de porqué Soseki admiró el relato de Akutagawa. A diferencia del ámbito literario canónico en ese tiempo, ambos escritores mostraban interés por los conceptos y técnicas literarias occidentales, en tanto estos podían enriquecer la narrativa nacional. Para Soseki lo realizado por su alumno no era más que el augurio de los tiempos venideros, el futuro de la literatura. Con anterioridad, él había iniciado dicho proceso en sus obras: integrar la influencia occidental a las formas literarias tradicionales. No obstante, siendo el pionero en esto, mantuvo aún sus raíces en la herencia cultural del pasado, de la que la mayoría de los escritores se separarían luego. 

Su narrativa: Soy un gato y Kokoro 

Por lo expuesto antes se observa que Natsume Soseki es apreciado por los escritores de su país; sin embargo esto también incluye a los lectores, quienes se deleitan con sus obras. Su literatura no solo se limita a la reflexión social, sino también a características  como la exploración psicológica en el relato y la configuración de la "novela verdadera" (honkaku Shosetsu), en alusión al realismo y objetividad de su narrativa. 

Las primeras ediciones de las obras de Natsume Soseki

Cuando de su narrativa se trata es imposible no aludir a su novela Soy un gato (吾輩は猫である) de 1906. El libro que fuera publicado por primera vez en diez entregas en la revista Hototogisu, fue un éxito inmediato que motivó que se convirtiese pronto en novela.

Aquí se describe de manera satírica la sociedad humana desde el punto de vista de un gato. Este narrador se refiere, a lo largo de la novela, a las pruebas y tribulaciones de su amo, un maestro universitario, así como de su familia,  sus amigos y vecinos que viven en un barrio de Tokio. Provisto de un humor desdeñoso e irónico, el gato examina el comportamiento de los humanos, a quienes considera ridículos, frívolos e individualistas. De este modo, concluye que los felinos como él son superiores a estos:

A pesar de existir entre nosotros unas diferencias tan obvias, los humanos, con su mirada puesta siempre en el cielo en virtud de lo elevado de sus mentes, o de alguna tontería por el estilo, son simplemente incapaces de apreciar esas diferencias externas; así que no hablemos de nuestro carácter, que trasciende con creces su limitada comprensión.― Natsume Sōseki, Soy un gato

El asunto de la novela es más cruel debido a que su amo es un maestro, pues un montón de las críticas están dirigidas a la intelectualidad que se encuentra fascinada por la influencia occidental, aceptándola de manera pasiva y alienándose a ella. En esencia el humor de la novela viene de plasmar la estupidez de este grupo. Caso diferente a los gatos, animales que parecen gozar de mayor lucidez, raciocinio y profundidad a pesar de su sometimiento. La siguiente cita recrea el sentimiento rebelde del protagonista felino frente a su situación marginal:

Pero les juro que los humanos no se saldrán con la suya eternamente. Tenemos que ser pacientes. Llegará un día, y espero que no tarde mucho, en que los gatos dominaremos el mundo.― Natsume Sōseki, Soy un gato

Otro ejemplo es su novela Kokoro: El testamento de Sensei (心,先生の遺書) o simplemente Kokoro (こころ ) de 1914. A diferencia del anterior, este fue  publicada por entregas en el diario japonés Asahi Shimbun.

 Aquí el narrador es un joven estudiante que inicia una amistad con un hombre mayor que conoce durante unas vacaciones. Para él, su amigo -al que llama Sensei- es como un maestro  y tiene la esperanza de que logre un cambio en su vida. Poco a poco se comparten anécdotas y se confían secretos; no obstante, el malentendido constante y falta de comunicación entre ambos revela un abismo insuperable. 

Situado en el período Meiji, dicha relación entre los personajes pretende reflejar cómo las personas de distintas generaciones se mantenían distanciadas. Y es que mientras el joven protagonista se ubica en la modernidad; Sensei -por su experiencia y mayor edad- se ubica aún en lo tradicional. Ambos así representan la polaridad que atravesaba la sociedad japonesa. Este panorama contribuye a que el estudiante malinterprete el comportamiento de su amigo y por ende se sienta solitario, víctima de su contexto.  Sus reflexiones finales terminan así criticando la modernidad:

Usted ve, la soledad es el precio que tenemos que pagar por haber nacido en esta era moderna, tan lleno de libertad, la independencia, y de nuestras propias vidas egoístas.― Natsume Sōseki, Kokoro

La novela misma, entonces, puede ser interpretada como el viaje del protagonista para comprender el significado de "kokoro" a partir de su amistad con Sensei. En el pensamiento japonés, aunque "kokoro" alude al corazón, su significado tiene que ver con el espíritu; incluyendo pensamientos y sentimientos, siendo el interior más profundo de cada individuo. La modernidad occidental, los beneficios que pueden traer, no son suficientes para convertirse en el futuro de Japón, simplemente porque deja de lado "kokoro", el espíritu del individuo y por ende de la comunidad. 

Portada de sus clásicos "Soy un gato" y "Kokoro"

Anexo: La presencia de Natsume Soseki en la sociedad japonesa

No hay duda de que Natsume Soseki es un escritor de gran popularidad en la sociedad japonesa. Tal vez no sea tan admirado por los jóvenes como Osamu Dazai, el ídolo juvenil de la era Taisho, pero goza de un prestigio unánime. Y esto no se remite solo a la impresión de su rostro en los billetes de cien yenes, una exclusividad dedicada a las personalidades ilustres del Japón. No, la memoria de Soseki está impregnada en la sociedad de distintas maneras.

El billete de mil yenes con el rostro de Natsume Soseki

Sin ir más lejos y recordando también a Dazai, se tiene la costumbre tan emblemática de los lectores de visitar el cementerio en cada cumpleaños de Natsume Soseki. Los asiduos visitantes son sobre todo los habitantes de la prefectura de Kumamoto, donde el escritor paso sus últimos años.

Kumamon, la mascota de la prefectura de Kumamoto visitando la tumba de Natsume Soseki

Como sucede con la mayoría de escritores japoneses, la admiración por su literatura genera una suerte de orgullo local bastante interesante. Las prefecturas y ciudades, incluso las más pequeñas, no escatiman esfuerzos en preservar la memoria del escritor: museos de sitio, bibliotecas, visitas turísticas guiadas, concursos literarios y ceremonias de aniversario, todos estos parecen mejorar la economía de la zona...y por supuesto, de pasada promover lo cultural. Así, en marzo de este año, los pobladores de Kumamoto se levantaron en protesta ante la posible demolición de la casa de Natsume Soseki. No es la única, existen seis en total dispersadas por todo Japón, pero igual esto causó indignación. El "Club Soseki de Kumamoto", un grupo de aficionados locales, encabeza esta lucha y ha venido intercediendo para que la ciudad recaude fondos y compré el predio.  

La mayoría de obras de Soseki son leídas en las escuelas. Aquí un estante escolar con sus novelas

El escritor más canónico de la literatura japonesa es, por supuesto, una presencia indeleble para la formación de muchos estudiantes, pues sus obras son lectura obligatoria en las escuelas. Pero mientras en otros países el espacio literario abarca de forma material libros, fotos, vídeos y audio; en Japón parece no existir límites. Y es que los estudiantes pueden ver a sus escritores nacionales literalmente "hasta en la sopa". Esto por obra y gracia de cientos de productos como útiles escolares, ropa, juguetes y hasta comida que se venden. Esto último no es una exageración. La empresa Umy además de sacar golosinas con las fotos de ídolos jpop, deportistas y actores famosos, ha sacado su serie literaria. Osamu Dazai, Ryonuske Akutagawa, Yasunari Kawabata y por supuesto Natsume Soseki son parte de esta colección muy singular.

¿El sabor de los escritores? Aquí cada novelista tiene un sabor distinto

Y luego de eso, están por supuesto la cultura de masas: mangas, películas, series y animes. Hace poco, en el 2009, el aclamado anime Aoi Bungaku Shirizu (青い文学シリーズ, Series de Literatura Azul) homenajeo a Soseki con una recreación interesante de su novela Kokoro. Pero es obvio que no ha sido un caso aislado. Sus clásicos Soy un gato y Botchan han sido llevados al anime Wagahai wa Neko de Aru (1982) y Seishun Anime Zenshu TV (1986). Este último al igual que Aoi Bungaku es una adaptación de la literatura clásica japonesa. Por otro lado, y bajo un argumento bastante original, se viene transmitiendo desde el 2012 el anime Bungo Shirizu (文豪シリーズ, Series "los grandes escritores"). Aquí escritores como Osamu Dazai,Ryunosuke Akutagawa, Yasunari Kawabata al lado de Natsume Soseki son los personajes principales de una historia que recrea las dificultades por ser un escritor.

Soseki como personaje del anime "Bungo Shirizu"

Por todo lo expuesto puede comprender que la exposición mediática de Natsume Soseki lo mantiene vivo en el imaginario social. Pero más allá de esto, lo importante sobre el escritor se encuentra en su obra, de profundo impacto para el resto de generación. La cuestión entonces es cómo recordar a Soseki. Mi opinión personal se orienta a considerarlo un maestro, un orientador que con su sentido crítico, sus méritos literarios y su actitud receptiva a los jóvenes narradores logró establecer las pautas de la literatura frente al contexto moderno. En ese sentido, me agrada el mensaje que está escrito en una colección de sellos escolares. Ante una buena calificación, el mensaje de Natsume Soseki al estudiante es el siguiente:


夏目漱石が「傑作である!

Natsume Soseki: "Es una obra maestra!"

Los sellos de escritores es una colección exclusiva dirigida para motivar al estudiante

Esto al mismo estilo de las conversaciones de Soseki con Akutagawa, recuerdan a un profesor felicitando a su alumno.