Yasunari Kawabata (川端 康成)  es considerado uno de escritores japoneses más importantes del siglo XX. Sus cuentos y novelas como La bailarina de Izu (1926), País de nieve (1937), Mil grullas (1951), La casa de las bellas durmientes (1961) o Lo bello y lo triste (1964)  plasman con maestría un Japón tradicional que de a pocos va quedando en el pasado. La narrativa de Kawabata es pues la narrativa del recuerdo que emerge con ilusión y deseo, el cual se conjuga a su vez con la contemplación de la naturaleza.

Al recorrer su obra se observa que la contemplación de cada caída de nieve,   cada luna llena, cada crisantemo en la roca y cada cerezo en flor revela el concepto literario del mono no aware que busca captar una sensación, un instante de belleza. Y es que el arte japonés al que alude el escritor emana del zen, pensamiento filosófico donde la experiencia sensible con lo natural es importante para la trascendencia del ser. No obstante, ligado al ser japonés y por tanto parte del espíritu nacional, este necesitaba ser comprendido a la luz de los cambios modernos que el Japón experimentaba.  De estos y otros aspectos que denotan la literatura de Yasunari Kawabata se aborda  a continuación.


Kawabata, el camino del Shinkankakuha  y  la nueva sensibilidad

Un concepto importante para entender la poética es la sensibilidad. En 1968 cuando le fue concedido el premio Nobel de literatura —el primero otorgado a un japonés—, el jurado resumió el motivo de su elección mediante las siguientes  palabras: “[por] su maestría narrativa que con gran sensibilidad expresa la esencia de la mente japonesa e impresiona profundamente a todo el mundo”. La sensibilidad es algo que caracteriza a la obra de Kawabata desde sus inicios como escritor; fruto de las reflexiones literarias en las que se vería envuelto no solo él sino todo una generación de escritores en Japón.

yasunari kawabata

Se puede decir que su época de estudiante en la Universidad Imperial de Tokio marcó su formación  y es ahí donde precisamente se encuentran sus primeros escritos.  Al año de ingreso, en 1921, su afinidad por la narrativa lo llevó a publicar su primer cuento "Shokonsai Ikkei" (招魂祭一景) en la revista Shin-shicho; a lo que se sumó en 1924 su tesis de grado "Una breve historia de novelas japonesas". Por esos años, su primer relato capturó la atención del escritor Kikuchi Kan, fundador de la revista Bungei Shunju (文藝 春秋), quien lo invitaría a unirse en su círculo literario. 

Esta experiencia le sirvió a Kawabata para fundar la revista literaria Bungei Jidai ( 文藝時代) junto a los escritores Kataoka Teppei, Yokomitsu Riichi. La revista fue una reacción contra la arraigada escuela naturalista de la literatura japonesa y  también contra las escuelas socialistas del período.  Bajo la consigna del "arte por el arte de la sensibilidad", estos escritores buscaron nuevas formas de expresión ajenas a una rígida racionalidad o representación realista; motivo por el que mostraron su afinidad por el cubismo, el expresionismo, el dadaísmo y otros estilos vanguardistas. Es así como se dio paso al Shinkankakuha (新感覚派) o “la escuela de la nueva sensibilidad”, escuela que a la par de mantener vigente su admiración por la belleza del pasado japonés asumió una respuesta frente a la realidad moderna, haciendo énfasis en la percepción sensorial. Las imágenes sensoriales y simbólicas en las que se trabajó fueron complementadas además con las técnicas de exploración psicológica a partir de temas como el erotismo, el deseo y la obsesión.  

yasunari kawabata en la filmación de su novela "la bailarina de izu"

Kawabata, el camino del budismo zen y la tradición literaria japonesa

El Shinkankakuha pertenece a la última etapa literaria de la era Taishō (大正時代), en la que también formaron parte los escritores Naoya Shiga, Junichiro Tanizaki,  Ryunosuke Akutagawa y Natsume Soseki, ademas del grupo Shirakabaha. Siendo defensor de dicha escuela, Yasunari Kawabata publicó en 1926  el artículo  "La decoración de los sentimientos", en donde muestra interés por representar  los diferentes estímulos sensoriales de la vida moderna. La adhesión a dicha escuela no significó  un alejamiento de la tradición poética japonesa ni de su sustento filosófico: el budismo zen. Al igual que muchos escritores, Kawabata reintepretó la cultura japonesa como expresión de la experiencia zen. Ambos, el zen y el ser japonés estaban ligados, pues la postura ascética -en la forma cómo se contempla la naturaleza- era algo típico de la nación, transmitido esto de generación a generación. Por ende, la búsqueda de la sensibilidad era solo factible mediante esta contemplación. Así lo describe en su discurso "Del bello Japón su yo" (美しい日本の私), cuando cita un poema del monje Ryokan:

"¿Qué quedará de mí? / El cerezo en primavera / el cuchillo  en las montañas / las hojas de arce en otoño". En este poema, como en el de Dôgen, las imágenes más comunes y también las palabras más comunes están eslabonadas unas con otras sin vacilación y transmiten, así, la verdadera esencia de Japón. 

El discurso recitado en la entrega del premio Nobel es una filiación a la filosofía del budismo zen y a la sensibilidad ascética que prevaleció en la literatura. A pesar de la notable influencia occidental, Kawabata se muestra más cercano a los poetas Saigyo, Dogen, Ryokan y al mismo Basho; todos exponentes del zen. El hace referencia así al mundo en que vivió y la literatura que creó, los cuales no se desvían de las rutas de la tradición cultural japonesa.

De acuerdo al discurso, uno de los modos que encontraron los escritores para alcanzar la trascendencia es su conjugación con lo natural. En palabras del escritor, el encuentro con la naturaleza  es el encuentro con la belleza misma y tiene por tanto un valor metafísico. En sus múltiples formas, la naturaleza presenta la transición de la vida a la muerte, expresando así la alegría y melancolía que conlleva la vida humana. Por eso a través de la experiencia sensible con lo natural, el hombre puede expresar sus sentimientos. En su discurso titulado  Kawabata lo describe así: 

La nieve, la luna, las flores de cerezo, palabras que representan la belleza de cada una de las estaciones que se suceden una tras otra, abarcan en la tradición japonesa toda la belleza de las montañas y los ríos y las hierbas y los árboles, todas las múltiples manifestaciones tanto de la naturaleza como de los sentimientos humanos.

 Tal como señala, la evocación hace fluir diversos sentimientos, los cuales plasman las cuestiones existenciales de los sujetos. La belleza producida de manera sorpresiva y única imparte así una enseñanza de vida para el hombre. Sin embargo, esta experiencia descrita y transmitida por la literatura japonesa se ha visto afectada por los cambios modernos. Y Kawabata es consciente de esta situación.

yasunari kawabata en la entrega del premio nobel de literatura

Guiado por los preceptos de la “nueva sensibilidad”,  busca una nueva visión que sea capaz de asimilar los cambios modernos, pues la súbita inserción del país en la cultura occidental ha trastocado el modo tradicional de vida japonés, generando un alejamiento del sentido de belleza japonesa. En ese sentido, para Yasunari Kawabata la literatura no es ajena en sus representaciones a los conflictos entre el pasado y el presente, entre lo tradicional y lo moderno. La concepción misma de la naturaleza en sus obras es la de una fuerza evocadora de la cultura japonesa que poco a poco va quedando en el pasado, de ahí  que  la contemplación de la naturaleza sea la comunicación con las emociones de sus personajes, más precisamente, con sus conflictos devenidos  del contexto moderno: la soledad, el pesimismo, la nostalgia, la ruptura de las relaciones entre individuos, el crecimiento urbano, la occidentalización. 

Por ese motivo, si bien Kawabata plasma la contemplación de la naturaleza en sus relatos, no es ajeno a los cambios producidos en la sociedad y al modo en cómo el espíritu japonés ha sido afectado por la modernidad. La experiencia del escritor es la de una generación tradicional que trata de dar un viraje frente a los cambios. 


Fuentes consultadas:

Boardmann Petersen, Gwen (1976). The Moon in the Water: Understanding Tanizaki, Kawabata, and Mishima. Hawai: The University Press of Hawai.

Mostow, Joshua (2003).The Columbia Companion to Modern East Asian Literature. Nueva York: Columbia University Press.

Kawabata, Yasunari. El bello Japón y yo. Discurso pronunciando en la entrega del Nobel de Literatura. En: caos.tijeretazos.org/Kawabata/Kawabata001.htm